Desde Colombia llega la siguiente noticia. Con tan sólo 10 años, una niña colombiana de la etnia Wayuú ha dado a luz a través de un parto por cesárea en el que tanto la madre y la recién nacida se encuentran en buen estado. Llegó a la clínica quejándose del dolor y fue la única y ultima vez que fue a esta, solo fue para dar a luz y no fue examinada por ningún médico profesional en todo su embarazo. Hubo que operarla porque al ser tan joven aún su pelvis está en crecimiento y como consecuencia resulta muy pequeña para que el feto pueda pasar por el canal vaginal.
Según las costumbres de esta etnia, que suma del lado colombiano unas 350.000 personas o 23% de la población indígena del país, no consideran que hubo una violación, sino que fue sexo consentido entre las partes.
En condiciones normales se abriría una investigación ya que la ley colombiana castiga estos actos. Al parecer, según la Constitución colombiana de 1991, prevalece el derecho de los indígenas a analizar, investigar y tratar este caso por lo que el joven que dejó embarazada a la pequeña no es buscado por la policía. El castigo será impuesto si la comunidad Wajúu así lo cree oportuno.
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